Para que el bebé no se destape: sacos para bebés
Uno de los problemas que tuvimos al principio con nuestro peque fue que se destapaba mucho: lo dejábamos bien tapado en su cuna y enseguida se destapaba. Tanto despierto como también dormido, agitaba las piernas y los brazos sin control hasta quedarse destapado. El primer resfriado no tardó en llegar en cuanto empezó a hacer un poco de fresco por las noches.
Por eso decidimos cambiar la típica manta por uno de esos saquitos de dormir para bebé, y la verdad es que nos han funcionado muy bien.
Los sacos de dormir tienen la ventaja de que el bebé no se destapa, y le dejan las manos libres para que las pueda mover libremente y no se vea tan atado. Son bastante anchos por abajo, por lo que las piernas las puede mover también y está al mismo tiempo bien tapado.
Además, no les permite cambiar de posición demasiado, con lo que con el saco duermen boca arriba que es como aconsejan los médicos para evitar la muerte súbita.
Cuando compramos uno de estos sacos para dormir de bebés tenemos que asegurarnos de que son de la talla adecuada, de modo que la cabeza no quepa por el agujero y no la pueda meter dentro del saco. Por eso hay sacos adecuados para cada edad y al comprarlos nos ofrecen diferentes tallas.
Igualmente, hay sacos más gordos para invierno, y otros muy finitos para verano.
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